“Ya me toca a mi otra vez”, “No voy a llegar…”, “Con todo lo que trabajo y ni siquiera se dan cuenta”, etc. Estas son algunos de los muchos pensamientos que se te pueden venir a la cabeza cuando no dices NO.
Pensarás: “Ya, pero es que a veces no se puede”
Tienes razón, hay veces no se puede… y hay otras veces que veces sí, pero no me doy cuenta de que puedo decir que no; o no me doy permiso; o simplemente me da miedo hacerlo.
Piensa por un segundo… ¿Qué coste está teniendo en ti? ¿Y en tus relaciones? ¿Tus resultados? Estrés, poco tiempo personal, tensión, mal humor, pérdida de confianza,
Y si eres de los que te sientes incómodo diciendo que no, te invito a que vayas paso a paso:
PASO 1: Si o… “ tal vez no”
Primero date cuenta de que te está impidiendo decir NO, y sospecha de ti mismo!!
¿piensas que es tu obligación y responsabilidad? ¿eres un entusiasta y dices a todo sí, sin valorar realmente el tiempo disponible? ¿crees que tus horas son más largas y piensas que te va a dar tiempo? O simplemente, ni siquiera te has planteado decir NO.
Sospecha de ti, pensando la siguiente frase… “O TAL VEZ NO!!!”
“Es mi obligación… O TAL VEZ NO!”
“SÍ, yo lo hago… O TAL VEZ NO!”
“Me da tiempo de sobra… O TAL VEZ NO!”
Piensa por un momento que dijeses que NO más a menudo; que tu agenda se vacía…
Imagínate con tiempo para ti, haciendo las cosas a tu ritmo…
Para decir No, te lo tienes que permitir y también aprender a… Bueno! esto ya te lo cuento en el siguiente post.